El golpe de estado o
pronunciamiento militar en España ha sido la forma utilizada de manera más
habitual desde la publicación de la primera constitución en 1812 “La Pepa” en
plena Guerra de la Independencia, los golpistas siempre han utilizado las
mismas escusas, para salvaguardar y defender los valores, para solucionar los
problemas que estrangulan a nuestras instituciones y a nuestra economía, para
arreglar lo que no funciona, para defender las creencias y las tradiciones, en
fin POR ESPAÑA o POR DIOS, POR LA PATRIA Y EL REY.
Pero la realidad y las
consecuencias que han tenido los sucesivos golpes de estado sobre nuestra
sociedad, han demostrado que esta forma arbitraria de cambiar los gobiernos, no
han servido para arreglar ninguna de esas deficiencias o para solucionar los retrasos
de toda índole que sufría y de alguna manera continua padeciendo España.
A continuación relataremos los acontecimientos a que me refiero por su
orden cronológico y de la manera más aséptica que el autor sea capaz:
·
Constitución de 1812
o
Guerra de la Independencia o napoleónica
o
1814 Pronunciamiento del General Elio en
Valencia (militar-absolutista)
·
Restauración de Fernando VII
o
Pronunciamiento de Riego (liberal)
·
Trienio Liberal – restauración de la
Constitución de 1812
o
1823 Pronunciamiento de los Cien Mil hijos de
San Luis (absolutistas)
·
Restauración del Monarca absolutista Fernando
VII
·
Reinado de Isabel II
o
1833 – 1839 1ª Guerra Carlista
o
1835 Pronunciamiento Liberal y anticlerical
·
Constitución de 1837
o
1841 Pronunciamiento de O’donell (liberal)
o
1842 Bombardeo de Barcelona
o
1843 Pronunciamiento de Prim (liberal)
o
1843 Pronunciamientos de Narváez y Serrano
(conservador)
·
Constitución de 1845
o
1847 – 1849 2ª Guerra Carlista
o
1854 Pronunciamiento liberal de O’donell y Dulce
en Vicálvaro (liberal)
o
1868 Revolución “La Gloriosa”
·
Sexenio Democrático
·
Constitución de 1869 – Reinado de Amadeo de
Saboya
o
1872 –
1876 3ª Guerra Carlista
·
Primera República 1873 – 1874
o
1874 Golpe de Estado del General Pavía (militar)
·
Dictadura del General Serrano
o
Pronunciamiento del General Martínez Campos
(militar)
·
Constitución de 1876
o
1923 – Capitán General Miguel Primo de Ribera
(militar)
·
Dictadura de Primo de Ribera
o
1929 – José Sánchez Guerra (político
conservador)
·
II República
o
1936 – General Francisco Franco (militar)
o
1939 – General Casado (militar)
·
Dictadura de Franco
·
Constitución de 1978
o
1981 – Teniente Coronel Tejero (militar)
Como hemos podido ver a lo largo
de poco más de doscientos (203) años España ha tenido siete reinados, dos
regencias, dos repúblicas, tres dictaduras y nueve constituciones, a esta diversidad
y a la vez discontinuidad de regímenes y/o sistemas de gobierno, a este
despropósito general debemos añadir el desmoronamiento del imperio que propicia
la emancipación de las colonias americanas y las guerras, de la Independencia, de
Marruecos, del Pacifico, la Guerra contra EE.UU. donde España pierde sus últimas
grandes colonias (Cuba, Filipinas), añadiremos las más recientes la Guerra del
Rif por mantener el protectorado sobre la zona norte de Marruecos, Sidi Ifni y
el Sáhara Occidental. Pero lo que más nos ha marcado como país desde mi punto
vista han sido los dieciséis golpes de estado o pronunciamientos militares que
han jalonado estos años, junto a las tres guerras carlistas y la guerra civil
de 1936.
Una realidad, que creo, que nadie
cuestionará es la utilización por parte de los poderes más retrógrados e
inmovilistas, que junto a las élites militares y de la Iglesia Católica, se han
dedicado a promover la mayor parte de los pronunciamientos o golpes de estado
que han jalonado todo este periodo, con el único fin de cambiar las decisiones
que libremente había tomado el pueblo soberano, para salvaguardar al propio
pueblo, de sí mismo, para mantener las costumbres, valores y creencias de este
gran país.
Las consecuencias del fanatismo político
y religioso, que han encontrado en el golpe de estado la forma más rápida, cómoda
y sencilla para dar a conocer a la población el modo de cómo se deben
solucionar los problemas que acuciaban a España, las diferencias en la forma de
pensar o de acometer los retos que requería el país o para dirimir las
diferencias políticas, siempre buscando la uniformidad de las Españas, han sido
terribles.
A este cóctel explosivo y
demoledor que ha padecido el país, unido al fracaso de las instituciones y de
los modelos de gobierno, le debemos añadir la pobreza del pueblo en general y
el aislamiento provocado por su propio retraso cultural, este último aspecto
solo se abordó mínimamente durante la II República con unos efectos relativos,
provocado por la guerra civil.
Pero sobre todo la consecuencia
más grave que provoca esta sucesión de golpes de estado o pronunciamientos
militares es un enorme colapso económico, junto con la destrucción de todas las
infraestructuras y la falta total de inversiones, ningún país, ni ninguna
economía por mi potente que sea, y España no lo era, es capaz de aguantar toda la
destrucción provocada por una guerra civil más o menos intermitente que se
extiende a lo largo de más de siglo y medio, si a este terrorífico panorama,
además le sumamos el aislamiento que sufrió el país durante la dictadura franquista,
que motivo que España no se pudiera beneficiar de planes de estímulo y
desarrollo como el Plan Marshall, nos encontramos con una España en 1939 sumida
en la más absolutas de las miserias.
Esos mismos poderes anclados en
el pasado, que defienden unos principios absurdos y obsoletos, que se han dedicado
a desangrar a este país a lo largo de nuestra historia reciente, esas oligarquías elitistas y conservadoras que
han utilizado la ignorancia, el paternalismo, las creencias, la cultura popular
y las costumbres, con un único fin el de mantener y defender sus privilegios, unos
privilegios que lo son por su cuna y por qué Dios así lo ha establecido. Ahora que
la democracia se ha asentado por fin en este país, con una economía que había
conseguido superar el estancamiento y el retraso, donde se han conseguido unos
niveles culturales aceptables y sobretodo unos niveles de bienestar y de
protección más acordes con el momento que vivimos y con los países de nuestro
entorno, ahora sus métodos para cambiar el rumbo también han evolucionado
siendo mucho más sutiles, ya no les sirve el golpe de estado, que les dejaría
fuera de los órganos que reparten y dirigen el rumbo del mundo, nos van
desangrando con lentitud, poco a poco nos van recortando los privilegios que
habíamos conseguido, nos van desmontando el estado del bienestar, antes era que
el pueblo inculto que realmente no sabía lo que era mejor para España, ahora
como el pueblo ya no es tan inculto. El motivo es que hemos estado viviendo por
encima de nuestras posibilidades, pero la realidad es la misma antes era la
aristocracia y las élites y ahora son las grandes corporaciones económicas las
que se han dedicado a generar unas deudas astronómicas y ha sido el estado y
sus instituciones las que han tenido que salir en su rescate, generando a la
vez el desprestigio de esas mismas instituciones políticas.