AL-ANDALUS - I LA FITNA (852-912)

1.1.  La descomposición política: la fitna (852-912).

            Todo el proceso de centralización que se lleva a cabo durante el reinado de Abd al-Rhaman II, se realizo con una fuerte resistencia y con una fuerte contestación por parte de los poderes existentes en su contra, por este proceso de arabización e islamización, y a su muerte se produce la I FITNA.

1.1.1.      El poder andalusí esta fuertemente centralizado y este poder está asentado sobre los siguientes poderes.

1.1.1.1. Fenómeno tribal por el predominio de los árabes en los puestos más altos y de más relevancia de la administración.

1.1.1.2. Mantenimiento del grupo de poder de los Muladíes (antigua aristocracia hispano-goda).

1.1.2.      El aumento del poder central en manos predominantemente de una minoría árabe y el recorte de poder de los Muladíes, junto con estos factores la situación general en Al-Andalus se agrava con:

1.1.2.1. La contradicción entre una aristocracia árabe, un poder fuertemente centralizado y el Emirato.

1.1.2.2. Se producen enfrentamientos entre Muladíes, bereberes, mozárabes, contra la minoría árabe y contra el estado central.

1.1.2.3. Mozárabes contra el estado por la ruptura de los antiguos vínculos que cohesionaban la sociedad hispano-goda, por el proceso de islamización y arabización que se esta llevando acabo.

1.1.2.4. Crisis económica provocada por unos años de malas cosechas, que junto con este estado de malestar social hacen que se produzcan varios conflictos.

1.1.3.      Conflictos que conducen a la I fitna, a la muerte de Abd al-Rhaman II

1.1.3.1. El conflicto mozárabe, se produce unos levantamientos de este colectivo en las grandes ciudades del emirato como Toledo y Córdoba entre otras, esta revuelta es la respuesta de las elites intelectuales, que denuncian el deterioro cuantitativo y cualitativo del legado hispano-godo, su forma de manifestar su disconformidad es a través de una serie de martirios voluntarios llevados a cabo por los seguidores de Eulogio de Córdoba, que es su máximo dirigente, entre los años 850 y el 860, esta revuelta culmina con el martirio voluntario del propio Eulogio, se trata de un movimiento muy epidérmico aparentemente, pero a partir de este momento el proceso de islamización se incrementa y a la vez se produce una emigración de colectivos mozárabes hacía los reinos cristianos del norte, con lo que el proceso mozárabe como tal no vuelve a reproducirse por si mismo, pero no desaparece sino que se canaliza a través de los distintos conflictos que irán apareciendo durante el final del s. IX

1.1.3.2. Las rebeliones de las marcas, se trata de rebeliones sediciosas, las marcas son distritos fuertemente militarizados, y bajo el control de los grandes linajes muladíes.

1.1.3.2.1.      La marca superior que abarca el Valle del Ebro, gobernada por los Banu Qasi.

1.1.3.2.2.      La marca media que abarca la zona de Toledo

1.1.3.2.3.      La marca inferior que abarca la zona de Mérida y Badajoz bajo el control de Ibn Marwan

1.1.3.3. La gran revuelta, en el corazón del emirato en el sur en Bobastro (Málaga), donde Umar Ibn Hafsun (880 – 928), esta revuelta es la más importante y duradera y es la que más debilitaba al emirato por ello recibirá apoyos por parte de alguno de los  reinos hispanos y por parte del poder Fatimí del norte de África.

1.1.3.4. Durante este periodo s. IX se contabilizan hasta 30 poderes locales distintos que debilitan el emirato.

1.2.  La restauración de la autoridad central: Abd al-Rahman III (912-929).

1.2.1.      En el 912, Abd al-Rahman III accede al trono. Accede a un emirato dividido y desde esta fecha procederá a la recomposición de la unidad política mediante el ejército. Emprende una vigorosa política para recomponer la autoridad central. Por la fuerza de las armas consigue ir reduciendo cada uno de los focos de rebelión.

En el año 928, Abd al-Rahman III ocupa Bobastro y liquida los últimos resquicios de la revuelta de Umar Ibn Hafsún. En el año 929 se autoproclama Califa. En el año 930 toma Badajoz de Ibn Marwan il-Yayiki. En el año 932 toma Toledo. Entre el 933-937 sofoca a rebelión de Zaragoza.