Haremos un
pequeños recorrido por la historia de “El Palacio del Real de Valencia” (s. XI
a XIX), hablaremos de su nacimiento, su utilización, sus transformaciones, su
desaparición y casi olvido.
Desde sus
inicios aproximadamente en el s. XI el edificio fue concebido como una residencia
real, se trataba de la residencia de real de los monarcas de la dinastía Amirí
reyes de la Taifa de
Balansiya – Valencia, anteriormente era una finca de recreo del Califato de
Córdoba.
En
1238 y tras cinco meses de sitio el rey de Aragón Jaume I conquista la Ciudad
de Valencia y los territorios de Sarq Al-Andalus, el Palacio
Real se reconstruyo y remodeló para convertirse en la residencia oficial de los monarcas de la Corona de Aragón y del Reino de
Valencia, más tarde paso a utilizarse como residencia de los monarcas de la
casa de los Austrias en sus visitas a la ciudad, pero en su época Borbónica, se
inicia su decadencia, pasando a utilizarse como residencia de los capitanes
generales.
Para entender mejor el pasado de la
ciudad, deberíamos conocer con más profundidad esta joya arquitectónica, ya que
estamos ante uno de los edificios más importantes y emblemáticos de
cuantos se hayan construido en la ciudad, aunque lo más lamentable es que
estamos ante el único edificio de estas
características que fue totalmente arrasado por una más que dudosa decisión
político-militar, de la autoridad Borbónica, durante la llamada guerra contra
el francés o de la Independencia (1810), su demolición y la poca información de
que se dispone, son los motivos por los que nos encontramos posiblemente ante el
edificio menos conocido por la mayoría de los valencianos.
Pero gracias al descubrimiento de los
planos realizados en el 1802 y que estaban depositados en el archivo de París y
de otros documentos de la época, podemos conocer y afirmar que el Palacio del
Real era un magnífico edificio de grandes dimensiones.
Según se desprenden de los estudios
realizados podemos afirmar que el Palacio Real se componía de dos cuerpos, denominados
el palacio viejo, que integraba en su interior la antigua almoina musulmana y
el palacio nuevo edificio de nueva planta, los dos palacios que formaban un
único edificio estaban flanqueada por diversas torres que le daban más majestuosidad
y a la vez servían de elementos defensivos.
El edificio del palacio viejo giraba
alrededor de un patio, albergaba una capilla y disponía de cuatro torres, se
utilizaba como dependencias de uso exclusivo de la reina.
El palacio nuevo giraba alrededor de dos patios, albergaba otra capilla, las dependencias del Rey se encontraban en la torre principal o Torre de los Ángeles, además estaban los salones que loa monarcas utilizaban para las audiencias, las fiestas o las recepciones según las épocas.
Aunque en el año 1986 con motivo de unas
obras en la Calle General Elio vieron la luz algunos restos de este magnífico
edificio, las autoridades del momento decidieron que era mejor para la ciudad una
buena capa de asfalto, que su HISTORIA y se procedió a tapar los restos, entre
otros este es el motivo de que solo encontremos algunos restos arqueológicos del
Palacio Real en el Museo de Historia de la Ciudad (Valencia), la realidad aun
que no pueda entenderlo es que estos restos están semiocultos y mal
catalogados.
Por suerte de su época de esplendor conservamos
algunos vestigios y denominaciones como:
- El Puente del Real o de viveros, puente sobre el río que comunicaba la ciudad con el palacio.
- El Llano del Real, plaza que se encontraba frente a la fachada
- Los Jardines del Real y Viveros que formaban parte de los jardines del propio palacio.
El reinado de Alfonso el Magnánimo (1416-1458) lo podemos considerar el de mayor
auge y la época más dorada del Palacio
Real de Valencia. El Monarca se decidió a consolidar el edificio como
residencia real, y para ello quiso contar con los mejores artistas valencianos
para llevar a cabo sus propuestas, algunas de las cuales pudo seguir de cerca
coincidiendo con sus años de residencia en Valencia. Así invertiría
considerables sumas de dinero, siguiendo personalmente el desarrollo de las
obras, para hacer del Real valenciano una de las residencias más significativas
de sus reinos por delante de otras residencias de la Corona de Aragón.
La desaparición del Palacio Real se
encuadra dentro del contexto de la guerra contra las tropas Napoleónicas, el 12
de marzo de 1810 y contrariamente a lo que la mayor parte de la gente pueda
pensar, la demolición del Palacio no fue obra de las tropas de Napoleón que
sitiaron la ciudad.
Se trató supuéstamente de una discutible
decisión militar, fueron las tropas españolas que siguiendo las órdenes del
general Blake, llevaron a cabo su demolición, supuéstamente se pretendía evitar que
el palacio que se encontraba fuera de las murallas de la ciudad pudiera convertirse en una plaza desde donde hostigar
la ciudad durante se sitio y posible asalto.
Lo cierto es que a los Borbones les vino
“como anillo al dedo” esa decisión, ya que de esta forma desaparecía uno de los
vestigios más emblemáticos del antiguo Reino de Valencia.
Recuperar el Palacio Real de Valencia es imposible, pero que deje de ser
el gran olvidado de la ciudad, es algo que debemos conseguir, dando mayor difusión a los
hallazgos y estudios que se están realizando sobre este magnífico edificio que
nuestros antepasado destruyeron.
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